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La inteligencia artificial en los negocios se ha convertido en una herramienta clave para impulsar su crecimiento, ya que ofrece herramientas que optimizan procesos, mejoran la experiencia del cliente y permiten tomar mejores decisiones. Sin embargo, no deja de presentar retos. Saber cómo enfrentarlos es crucial para aprovechar al máximo los recursos de esta tecnología.
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ToggleLa IA está presente en la mayoría de los softwares que se usan y recomiendan actualmente para las empresas. Se encuentra en programas contables, de cobranza, de tesorería, finanzas, entre otros. Por lo que podemos entender la IA aplicada en los negocios como la capacidad de estos sistemas de procesar datos, detectar patrones y ofrecer recomendaciones que facilitan la toma de decisiones, optimizan procesos y ayudan a prever problemas antes de que ocurran.

Pese a la utilidad de la IA para las empresas, aún existe cierto recelo respecto a su implementación. Dar a conocer sus ventajas es clave para lograr una adopción más fluida. Algunas de ellas son:
Día a día, en las organizaciones se pierde tiempo valioso de los recursos humanos en tareas rutinarias. Por ejemplo: llenar cuadros de Excel con información de nuevos pagos o cobros, procesar facturas, enviar correos electrónicos, entre otras.
Estas actividades, aunque necesarias, son operativas y pueden ser delegadas a tecnologías con IA, permitiendo que el talento humano se enfoque en tareas más estratégicas. Además, su implementación representa un ahorro en costos operativos.
Al dejar los procesos —especialmente los operativos— en manos de la IA, las empresas pueden lograr que tareas que antes tomaban horas se agilicen y se realicen en cuestión de minutos. Además, como la IA sigue patrones de forma automática, se reducen considerablemente los errores, haciendo los procesos más eficientes.
La IA no solo puede ser operativa y funcional. Existen tecnologías más avanzadas, como el machine learning, que le permiten no solo procesar datos, sino también hacer proyecciones. A partir de la información obtenida, la IA puede, por ejemplo —en un software de cobranza— predecir que determinado segmento de clientes se retrasará en su próximo pago.

Al trabajar con datos confiables y verificados, y al generar indicadores (KPI) y reportes claros en tiempo real, las tecnologías con IA no solo facilitan el acceso a la información, sino que también entregan análisis valiosos para gerentes, accionistas y otros responsables de la toma de decisiones. En consecuencia, las acciones que se derivan de estos datos cuentan con un sustento más sólido y estratégico.
Pese a la utilidad de la IA, hay desafíos que deben superarse, algunos son:
Si bien la IA es una herramienta útil, no resulta efectiva si las empresas no invierten en la capacitación de sus profesionales. Estos no solo deben aprender a utilizarla, sino también comprender los beneficios que su implementación aporta tanto a los objetivos de la empresa como al desempeño de cada puesto.
Existe la creencia de que implementar inteligencia artificial es costoso. Esta es una verdad a medias: efectivamente puede serlo cuando la implementación parte desde cero, es decir, cuando implica desarrollar una tecnología o software con IA específico para la empresa. Sin embargo, resulta mucho más asequible si se opta por soluciones de terceros que ya están desarrolladas, siempre que sean confiables y se adapten a los objetivos del negocio.
Algunas empresas temen depender demasiado de la IA, ya que esto podría volver vulnerables sus datos e información sensible, especialmente ante ciberataques o fallas tecnológicas. Para reducir estos riesgos —y el temor asociado a la dependencia— es fundamental elegir soluciones flexibles, con altos estándares de ciberseguridad, y que además sean capaces de adaptarse tanto a los cambios tecnológicos como a las propias necesidades de la empresa.
Finalmente, otro reto para la adopción de la IA es que no todas las soluciones se integran fácilmente con los sistemas o plataformas que las organizaciones ya utilizan. Esta falta de compatibilidad puede generar retrasos, sobrecostos o resistencia por parte de los usuarios, quienes terminan prefiriendo mantener los métodos tradicionales. Por ello, es importante evaluar previamente la interoperabilidad de las herramientas antes de implementarlas.
Un MBA ayuda a superar los desafíos del uso de la inteligencia artificial en los negocios porque brinda una formación integral que une estrategia, gestión y tecnología. Los programas actuales preparan a los líderes para comprender cómo la IA impacta cada área de la empresa, desde las finanzas hasta el marketing, y cómo aprovecharla sin comprometer la seguridad ni los valores organizacionales.

Además, un MBA fortalece competencias en análisis de datos, pensamiento crítico y liderazgo adaptativo, claves para reducir la resistencia al cambio y promover una cultura digital sólida. También enseña a evaluar inversiones tecnológicas con criterio financiero, garantizando que la adopción de la IA sea sostenible, rentable y coherente con los objetivos estratégicos del negocio.
Ahora que conoces la importancia y los retos de la inteligencia artificial, y cómo un Máster en Administración de Empresas puede ayudarte a superarlos, ¡es momento de dar el siguiente paso en tu crecimiento profesional! Inscríbete en el MBA de Harson University y accede a una maestría con proyección internacional, respaldada por la excelencia académica de una institución estadounidense.
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