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Maestrías

Principales características de un perfil directivo empresarial

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¿Aspiras a tener un alto cargo en una empresa? No basta con terminar el pregrado ni con los años de experiencia que ya acumulaste. Los estudios de posgrado —como una Maestría en Administración de Empresas (MBA) o una Maestría en Innovación y Emprendimiento — se han vuelto requisitos frecuentes en compañías que buscan líderes capaces de mover la organización hacia adelante. Además, es clave que fortalezcas desde ahora las características de un perfil directivo: visión estratégica, capacidad de decisión, liderazgo sólido y una lectura clara del negocio. 

¿Qué es un perfil directivo? 

Un perfil directivo es el rol formal que asumen quienes lideran y orientan el rumbo de una empresa desde su estructura interna; por ejemplo, directores o secretarios corporativos. 

¿Por qué es clave contar con un profesional capacitado en un puesto directo? 

No cualquiera puede aspirar a un puesto directivo en una empresa. La capacitación es lo que marca la diferencia entre alguien que solo ocupa un cargo y alguien que realmente puede conducir una organización. Un directivo necesita criterio para decidir, dominio técnico para cumplir con las obligaciones legales y una responsabilidad madura para sostener el rumbo de la empresa sin caer en errores que pueden costar caro. 

Cuando la persona que dirige está bien preparada, la empresa avanza con orden, transparencia y visión; cada decisión nace del conocimiento y no de la improvisación. Esa es la verdadera esencia de un liderazgo directivo sólido. 

¿Cuáles son las funciones principales de los directivos? 

El puesto directivo no es algo que se tome a la ligera. El salario más alto de este perfil se justifica en las funciones que tiene que ejercer; por ejemplo:  

  • Gestión de la empresa o un área de esta.

Consiste en asegurar que la operación funcione con orden y que los recursos se utilicen de manera inteligente. Desde aquí se impulsa el avance diario de la empresa, cuidando que cada área opere con coherencia y que los equipos mantengan el mismo norte. 

  • Desarrollo de estrategia de negocios.

Un puesto directivo no solo mira el presente; también define el futuro. Esta función implica analizar el mercado, entender las capacidades internas y trazar el camino que seguirá la organización en los próximos años. Aquí nace la visión que guía a toda la empresa y que determina hacia dónde se moverá. 

  • Supervisión de operaciones y funciones de ejecutivos.

Además de planear, un directivo acompaña la ejecución. Observa qué está funcionando, corrige lo que se desvía y fortalece al equipo que lidera áreas clave. Su rol asegura que la estrategia no se quede en el papel, sino que se convierta en resultados reales. 

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  • Evaluación y resolución de acontecimientos y situaciones.

En momentos de presión o incertidumbre, el directivo mantiene la estabilidad. Detecta riesgos, toma decisiones complejas y conduce a la organización con claridad, incluso cuando el panorama es difícil. Esta capacidad de sostener el rumbo es una de las razones por las que su formación y experiencia son tan determinantes. 

¿Qué caracteriza un buen perfil directivo actual? 

Conocer las funciones de un puesto directivo es apenas el inicio. Si realmente quieres que tu perfil destaque frente a las empresas, necesitas trabajar en las aptitudes que hoy determinan quién está listo para asumir un rol de liderazgo.  

No se trata solo de saber qué hace un directivo, sino de demostrar que tienes el criterio, la madurez y la capacidad para enfrentar los retos que este nivel exige. 

  • Liderazgo. 

Esta capacidad es clave porque te permite influir, orientar y sostener el rumbo cuando el equipo necesita claridad. Un directivo debe inspirar confianza, dar dirección y tomar decisiones que mantengan a todos avanzando hacia el mismo objetivo. 

  • Gestión de equipo. 

Los directivos están a cargo de equipos de distintos tamaños y perfiles. Por eso es crucial que sepas delegar, acompañar el desempeño y reconocer las fortalezas de cada persona. La manera en que gestionas a otros define tu potencial para asumir mayores responsabilidades. 

  • Altas habilidades comunicativas. 

La comunicación marca la diferencia en un rol directivo. Necesitas expresar ideas con claridad, negociar con firmeza y traducir planes complejos en mensajes que cualquiera pueda entender. Hablar bien es importante, pero escuchar con atención y leer el contexto es igual de decisivo. 

  • Experiencia profesional.

Tu trayectoria es la que te da criterio. No se trata solo de años trabajados, sino de lo que hiciste con ellos: proyectos que lideraste, desafíos que superaste y decisiones que te tocó asumir. Esa experiencia es la que te permite tomar decisiones con mayor seguridad cuando el panorama se complica. 

  • Dominio de otro(s) idioma(s). 

No basta con conocer tu lengua natal si aspiras a un puesto directivo. Hablar inglés —y, si puedes, un segundo idioma adicional— abre puertas que de otro modo permanecerían cerradas: te permite negociar con actores internacionales, entender tendencias globales y mantenerte a la altura de un mercado que ya no se mueve solo dentro de fronteras. 

  • Dominio de metodologías ágiles.

La agilidad permite adaptarse rápido. Un directivo debe impulsar culturas donde se pruebe y se mejore sin miedo. Esto acelera la innovación y permite reaccionar a los cambios del entorno sin perder competitividad. 

  • Empatía y Resiliencia.

La inteligencia emocional es una herramienta de gestión. La empatía sostiene la confianza y evita el desgaste del equipo. La resiliencia mantiene el rumbo en medio de crisis o fracasos. Juntas, permiten liderar con humanidad y firmeza al mismo tiempo. 

Estudios que ayudan a destacar y acceder a un perfil directivo 

Los estudios de posgrado son una de las formas más efectivas de fortalecer tu perfil y avanzar hacia un puesto directivo. Un MBA suele ser la opción más valorada porque está diseñado para formar líderes capaces de tomar decisiones estratégicas, gestionar equipos y comprender el negocio en su totalidad; además, su duración suele ser más corta que otras maestrías. 

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