¿Qué son las metodologías ágiles? Tipos de metodologías que existen
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Las metodologías ágiles son un enfoque de trabajo que divide los proyectos en etapas pequeñas e iterativas, permitiendo entregas rápidas y adaptables a los cambios. Aunque inicialmente fueron adoptadas en el desarrollo de software, su eficacia en la mejora de la productividad, la colaboración y la capacidad de adaptación ha llevado a su implementación en diversas industrias.
Entre ellas se encuentran el marketing, la gestión de proyectos y la manufactura; donde permiten optimizar procesos, reducir tiempos de entrega y responder de manera ágil a las necesidades del cliente.
Aunque se pueden aprender metodologías ágiles en cursos individuales, es mejor hacerlo dentro de un programa integral, como una maestría MBA online. Este tipo de formación no solo profundiza en metodologías ágiles, sino que también desarrolla habilidades en liderazgo, gestión estratégica y toma de decisiones; permitiendo a los profesionales aplicar estos enfoques de manera efectiva en distintos sectores.
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¿En qué consisten las metodologías ágiles?
Las metodologías ágiles son enfoques que buscan adaptarse rápidamente a las transiciones del mercado y mejorar la eficiencia en el desarrollo de proyectos. Se centran en la entrega continua de productos a través de ciclos cortos de trabajo llamados iteraciones o sprints.
Por ejemplo, en un proyecto de software, un equipo podría trabajar durante dos semanas en una funcionalidad específica, al final de las cuales entrega una versión funcional del producto, permitiendo al cliente dar su retroalimentación antes de continuar con el siguiente ciclo de trabajo. Esto permite ajustar el rumbo rápidamente sin esperar hasta el final del proyecto para realizar correcciones importantes.
Origen de las metodologías ágiles
En cuanto al origen de las metodologías ágiles, estas surgieron a finales de los años 90, impulsado por la necesidad de encontrar soluciones más flexibles a los enfoques tradicionales de gestión de proyectos, que resultaban demasiado rígidos y lentos para adaptarse a los cambios frecuentes del entorno. Esto conllevó a que en el año 2001 se formulara el Manifiesto Agile, el cual fue creado por un grupo de expertos en software que establecieron los principios de esta nueva forma de trabajo.
Tipos de metodologías ágiles
Existen diferentes metodologías ágiles que han surgido incluso antes de la promulgación de su manifiesto. Algunas de las más usadas son:
1. Kanban
Esta es una metodología ágil originada en Toyota en la década de 1940, diseñada para optimizar la gestión de tareas según la demanda real, en lugar de basarse en predicciones sobre el comportamiento del consumidor.
El sistema Kanban utiliza una tabla visual con al menos tres columnas: “Para hacer”, “En proceso” y “Hecho”. Esta estructura facilita el seguimiento del flujo de trabajo, permite identificar fácilmente cuando el progreso se ralentiza y ayuda a asignar tareas de manera más eficiente.
2. Scrum
Surgida 40 años después que Kanban, esta metodología Agile se desarrolló fuera del enfoque tradicional del software, basándose en el principio de “caos controlado”. Scrum busca gestionar proyectos de forma flexible, permitiendo adaptarse a
cambios rápidamente y avanzar de manera continua mediante ciclos cortos llamados Sprints.
Con reuniones diarias breves y revisiones al final de cada Sprint, Scrum promueve la transparencia, la retroalimentación constante y un entorno de trabajo en el que se valora la colaboración y la mejora continua.
3. Crystal Methods
Creadas por Alistair Cockburn, las Crystal Methodologies no son una única metodología, sino un conjunto de enfoques ágiles diseñados para adaptarse a distintos tamaños de equipo. Su objetivo es fomentar la comunicación, la colaboración y la flexibilidad, especialmente en el desarrollo de software. Cada versión se ajusta al número de integrantes, permitiendo optimizar los procesos sin imponer estructuras rígidas y creando un entorno de trabajo más eficiente.
4. Feature Driven Development
Esta metodología, enfocada en el desarrollo de software, se basa en identificar y desarrollar funcionalidades específicas del producto, organizadas en jerarquías con un alcance corto, lo que permite implementarlas en un par de semanas. Por ejemplo, en el desarrollo de una plataforma de comercio electrónico, una funcionalidad podría ser la creación de un sistema de pago seguro. Esta característica se define, se planifica y se implementa dentro de un par de semanas, permitiendo avances rápidos y entregas constantes de valor.
5. Dynamic System Development Method
Este ejemplo de metodología ágil se usa para proyectos que requieren desarrollo rápido de aplicaciones (RAD). Consiste en una fase inicial de estudio de factibilidad, seguida de varias fases iterativas de análisis, diseño y desarrollo; permitiendo una entrega continua de funcionalidades.
Por ejemplo, en el desarrollo de un sistema de gestión de inventarios, DSDM comenzaría con un análisis de viabilidad para evaluar los requisitos básicos del sistema, y luego se desarrollaría iterativamente con cada ciclo añadiendo y mejorando características hasta completar el producto final.
6. Adaptive Software Development
Esta metodología se utiliza en proyectos con requisitos inciertos o sujetos a cambios. Se divide en tres fases: Especular, en la que se desarrollan hipótesis sobre el producto, reconociendo que pueden modificarse con el tiempo; Colaborar, que fomenta la interacción continua con los stakeholders para ajustar el enfoque según las necesidades emergentes; y Aprender, donde se reflexiona sobre los avances y se ajustan las estrategias para mejorar el desarrollo.
Al explorar las metodologías ágiles, vemos cómo su flexibilidad y adaptabilidad se han convertido en elementos esenciales para mejorar la productividad y la eficiencia. Sin embargo, implementarlas con éxito requiere una comprensión profunda de los contextos empresariales y una adaptabilidad al cambio.
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