Objetivos estratégicos de una empresa: Importancia y ejemplos

¿Qué son los objetivos estratégicos de una empresa? Todo negocio que quiera crecer debe determinar hacia dónde quiere llegar. Solo de esa manera puede trazar la ruta que necesita seguir para alcanzar sus metas. A esto se le denomina objetivos estratégicos y es crucial definirlos desde el desarrollo del plan de negocio de un emprendimiento. Dichas metas deben ser compartidas con todas las áreas de la organización, ya que de esa manera las acciones de estas pueden alinearse con los propósitos establecidos. 

Si tu área a cargo es la de marketing, debes basarte en los objetivos estratégicos corporativos para desarrollar estrategias coherentes y optimizar los recursos de tu departamento para conseguirlos. Para que tus procesos sean aún más eficientes en este campo, estudiar una maestría en marketing digital puede ayudarte a comprender cómo desarrollar y ejecutar las tácticas necesarias. 

Importancia de los objetivos estratégicos empresariales 

La determinación de los objetivos estratégicos corporativos es clave porque representa el eje central del desarrollo del negocio. Con ellos se consigue: 

• Orientar a la Administración para que pueda tomar decisiones en base a los propósitos de la empresa. 
• Facilitar la adaptación de la empresa a los cambios, positivos o no que pueda enfrentar en el camino. 
• Maximizar el rendimiento de la corporación sin dejar de tener un negocio viable.
• Conducir el camino que debe seguir cada área para alcanzar el propósito corporativo global. 
• Obtener indicadores medibles para determinar el éxito o fracaso de las estrategias desarrolladas y aplicadas.

Características de los objetivos estratégicos de una empresa

En cuanto a qué los caracteriza, estos son los rasgos que debes prever en ellos:

• Específicos: Esto evita que existan confusiones o malas interpretaciones. Un ejemplo de objetivo estratégico específico sería: Incrementar las ventas del producto A en un 20% en el mercado nacional durante los próximos 12 meses. Por otro lado, un ejemplo poco o nada específico sería: “Mejorar las ventas”. 
• Medibles: De esa manera se puede comprobar si se logran o no alcanzar los logros en el lapso trazado. El ejemplo de aumentar las ventas un 20% es medible, porque determina un punto al cual llegar desde el actual. Para saber si los resultados se alcanzaron solo hay que comparar las ventas del punto de inicio a las que se hayan obtenido al concluir el período.
• Alcanzables: Esto es importante porque de esa manera no se estará trabajando por un hito imposible; además, se reducirá el riesgo de que los trabajadores pierdan la motivación en sus tareas. Para que un objetivo sea alcanzable, se pueden evaluar factores como los recursos disponibles (financieros, humanos y técnicos), las capacidades del equipo para cumplir con las tareas propuestas, las condiciones del mercado en el que se opera y las restricciones de tiempo.
• Realistas: Esta cualidad está bastante ligada a la anterior, pero también se considera factores externos; por ejemplo, no sería un objetivo realista intentar aumentar las ventas de inmuebles en un 50% en tres meses, si el mercado está en recesión económica.
• Fijados en un tiempo determinado: Finalmente, los objetivos deben tener un lapso límite, puesto que, sin un plazo específico, es difícil medir el progreso y la efectividad de las acciones.

Otras características que pueden tener los objetivos estratégicos son: ser oportunos, es decir, que estén alineados con las circunstancias favorables para la empresa en ese momento. Además, es importante que sean comprensibles y que puedan ser transformados en tareas específicas para cada uno de los departamentos, facilitando así su ejecución. 

Del mismo modo, los objetivos deben ser múltiples, lo que significa que aborden diferentes áreas o aspectos clave del negocio, permitiendo a la empresa trabajar en diversas metas de manera simultánea y equilibrada.

¿Cómo definir los objetivos estratégicos corporativos?

Los siguientes pasos te ayudarán a definir los objetivos estratégicos de tu empresa: 

1. Analizar la situación actual de tu empresa

Este paso te permitirá entender en qué momento te encuentras para determinar aquel al que buscas llegar. Si no conoces qué marcha bien y qué no, ¿Cómo podrías determinar tus objetivos y los pasos que necesitas seguir?

2. Revisa la misión y visión de tu empresa

Si no sabes por dónde comenzar a enumerar los objetivos estratégicos, tanto la misión como la visión de tu negocio pueden servirte como guías. Después de todo, la visión determina hacia dónde quieres llegar con tu organización. 

3. Determinar y definir tus objetivos estratégicos

Este paso consiste en establecer cada objetivo estratégico en una oración y definir luego en qué consiste cada uno de ellos. La mezcla de ambos recursos te permitirá tener mayor claridad. Y, del mismo modo, facilitará que el resto de tu equipo los comprenda y oriente sus acciones alrededor de ellos.

Ejemplos de objetivos estratégicos

Los objetivos estratégicos pueden ser de diferentes tipos. Un ejemplo de objetivo estratégico puede ser financiero; mientras que otros pueden estar orientados en la promoción del crecimiento de la marca o en la atención al cliente. 

Además de esta clasificación, también podemos encontrarnos con objetivos que se diferencien por su carácter cuantitativo o cualitativo. Los primeros son los más comunes, porque cumplen una de las características clave de los objetivos: ser medibles. Un ejemplo de objetivo estratégico cuantitativo para una empresa es aumentar las ventas en un 50% en un año, lo cual puede comprobarse evaluando las ventas realizadas en ese período. Por otro lado, un ejemplo de objetivo cualitativo puede ser: mejorar la percepción que la marca tiene de los clientes. Esto es más difícil de medir, ya que involucra pedir la opinión de la cartera. 

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