Las organizaciones cuentan con diversas estrategias para aumentar sus ventas y mejorar su rentabilidad. Una de las más efectivas es el estudio de mercado, ya que permite a las empresas obtener un conocimiento profundo tanto de su público objetivo como de su competencia. Con esta información, las probabilidades de éxito y la toma de decisiones estratégicas se fortalecen.
No obstante, para maximizar los beneficios de los estudios de mercados, es fundamental identificar los distintos tipos de investigación de mercados disponibles. Cada tipo se adapta a diferentes objetivos e intereses empresariales, permitiendo a la empresa abordar la investigación más adecuada para sus necesidades específicas.
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Es un proceso meticuloso y organizado, que permite a las empresas recopilar información valiosa sobre un sector, público objetivo, competencia, entre otros factores esenciales para alcanzar los objetivos del estudio. La información recopilada se analiza y presenta en un informe detallado que facilita la toma de decisiones estratégicas y mejora la comprensión del mercado.
En cuanto a qué caracteriza esta herramienta de mercadeo, podemos enumerar lo siguiente:
La primera forma de clasificar este tipo de estudios es en dos grupos generales: investigaciones cualitativas y cuantitativas.
Se dice que es una investigación cualitativa cuando busca profundizar en lo que motiva y mueve la acción de los consumidores. Esto se logra mediante la observación o la interpretación de datos.
Cuando hablamos de investigación cuantitativa, nos referimos a aquellas que utilizan datos numéricos y estadísticos. Por este motivo, los resultados que arrojan son más precisos y se alejan de la subjetividad.
Aunque ambos tipos de investigaciones son útiles, en muchos casos es conveniente emplear ambas. Si bien la investigación cuantitativa permite obtener datos concretos y realistas, la cualitativa, a pesar de ser subjetiva, permite profundizar más en las necesidades subyacentes de los consumidores. El uso de ambos tipos de investigación contribuye a tener una visión más completa del mercado, la competencia y los consumidores.
Otra forma de clasificar las investigaciones de mercado es en base a sus objetivos, es decir, el motivo por el cual se realiza. Así, tenemos estas cinco variantes:
La investigación de la competencia es un tipo de estudio que se centra en analizar a los principales actores del sector para conocer sus características, disposición y capacidad. Este análisis abarca el examen de las instalaciones, la estructura organizacional, la experiencia en la industria, la tecnología y la capacidad para satisfacer la demanda.
Además, se consideran aspectos como los productos, los servicios, la atención a distintos nichos, los precios, las formas de pago, los canales de distribución y los servicios posventa. Con ello, se busca comprender la percepción del público sobre los competidores, identificar fortalezas y debilidades, ventajas competitivas y estrategias de captación de consumidores.
La investigación del canal de distribución analiza y selecciona los medios adecuados para llevar productos o servicios al consumidor final, evaluando funciones clave como el transporte, el almacenamiento, el fraccionamiento, la variedad de productos ofrecidos y el contacto con el mercado. Además, ajusta los objetivos del canal a la estrategia organizacional, ya sea una distribución exclusiva, intensiva o selectiva.
El estudio considera a los distribuidores actuales y potenciales, su exposición y posibles intermediarios, así como la viabilidad financiera y el control de cada alternativa. Para reunir esta información, se utilizan entrevistas, observación directa y fuentes secundarias como gremios y ferias comerciales.
La investigación del consumidor tiene como objetivo entender los patrones de comportamiento al elegir productos o servicios, con el fin de diseñar estrategias de marketing que satisfagan a los clientes actuales y atraigan a los potenciales.
Este estudio identifica características clave de consumo, define segmentos de mercado y analiza el perfil del usuario, sus preferencias, razones de compra y formas de pago. Esto permite orientar adecuadamente las estrategias promocionales y de producto para satisfacer y captar nuevos clientes.
La investigación publicitaria se enfoca en analizar el proceso comunicativo en la sociedad y se divide en tres áreas: la investigación socioeconómica, que examina el impacto de la publicidad a nivel global; la investigación de mensajes publicitarios, que evalúa la creación y los efectos de los mensajes en el consumidor; y la investigación de medios, que estudia los medios de difusión y su audiencia.
Su objetivo es medir la efectividad de las campañas publicitarias, optimizando así la inversión y la eficiencia de los anuncios.
La investigación internacional busca determinar si una empresa debe incursionar en sectores internacionales o permanecer en el nacional. Este proceso requiere información sobre la demanda, la competencia, el tamaño del mercado, las barreras comerciales y los costos de transporte. Los hallazgos ayudan a evaluar la capacidad de un producto para competir geográficamente, el poder de compra de los consumidores y la adaptabilidad a las normativas locales.
El análisis de negocios es una herramienta sumamente útil para que las empresas capten el interés de los clientes y aumenten sus ventas y rentabilidad. Esta puede ser realizada por especialistas en marketing y el costo de su ejecución varía según el tipo de estudio que se realice. Puede ir desde $1,000 para aquellos que empleen métodos cuantitativos, como encuestas, hasta más de $20,000 para los que utilicen métodos cualitativos, como focus groups con aproximadamente 10 participantes.
Debido a que la inversión es importante, es clave que el estudio esté a cargo de un equipo experto que sepa qué tipo de investigación y métodos utilizar para optimizar la rentabilidad. Si quieres adquirir los conocimientos y herramientas para realizar un análisis de mercado eficiente. ¡Te invitamos a conocer la malla de la maestría en marketing digital online de Harson University!
